Así arranco un side project (hoja de ruta)
5 aprendizajes que te llevas de este episodio:
- Identifica un problema personal que te motive a solucionar y enfoque tu proyecto ahí.
- Define una prueba pequeña y testeable para validar la idea rápidamente.
- Limita las horas y utiliza herramientas que ya conozcas para evitar distracciones.
- Establece un primer hito funcional alcanzable como meta inicial.
- Evalúa el progreso regularmente y comparte el proceso para recibir feedback y mantener la motivación.
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Cómo construir un side project que realmente funcione
El desarrollo de proyectos paralelos se ha convertido en una obsesión moderna. Todos hablamos de crear el próximo gran SaaS o la aplicación que nos hará millonarios, pero la realidad es más cruda: la mayoría de side projects mueren en el papel o se quedan enterrados en carpetas de nuestro ordenador.
La diferencia entre los proyectos que prosperan y los que fracasan no está en la genialidad de la idea. Está en la ejecución práctica y en la capacidad de mantener el impulso durante las primeras semanas cruciales.
El problema de los proyectos fantasma ¶
Todos conocemos la historia. Empiezas con una idea brillante que va a cambiar el mundo. Dedicas horas a planificar, a crear diagramas perfectos, a imaginar funcionalidades increíbles. Pero cuando llega el momento de programar la primera línea de código, algo se rompe.
El proyecto se vuelve demasiado grande. La motivación inicial se diluye. Los imprevistos de la vida real aparecen como siempre lo hacen. Y el side project se convierte en otro cadáver digital más.
Este patrón se repite porque confundimos planificar con ejecutar. Creemos que tener la idea perfecta es suficiente, cuando en realidad lo único que importa es ponerla en marcha de forma sistemática.
La trampa de la perfección técnica ¶
Muchos desarrolladores caen en la trampa de convertir su side project en un campo de entrenamiento para nuevas tecnologías. Quieren aprender React mientras construyen el backend en Go y experimentan con una base de datos que nunca han usado.
El resultado es predecible: el foco se desvía del problema original hacia el aprendizaje técnico. No hay nada malo en aprender, pero si tu objetivo es crear algo que funcione, usa las herramientas que ya conoces.
La perfección técnica es el enemigo de la ejecución. Es mejor tener código funcionando y feo que código elegante que nunca ve la luz.
Una hoja de ruta práctica en seis pasos ¶
Paso 1: Encuentra un problema que no se te vaya de la cabeza ¶
No busques cambiar el mundo. Busca algo que te moleste lo suficiente como para querer solucionarlo.
Los mejores proyectos nacen de problemas personales:
- Una herramienta que necesitas en tu trabajo diario
- Una molestia recurrente en tu rutina
- Una necesidad de tu entorno cercano
La pasión genuina por resolver algo propio es la gasolina que mantendrá el proyecto en marcha cuando lleguen las dificultades.
Paso 2: Define una prueba pequeña y testeable ¶
Este es donde la mayoría de proyectos se atascan. Queremos construir una plataforma completa cuando lo que necesitamos es probar si la idea básica funciona.
No estás creando el Facebook de los quesos. Estás validando si tu aproximación al problema tiene sentido con datos reales.
Ejemplos de pruebas pequeñas:
- Procesar un conjunto limitado de datos
- Resolver el caso de uso más simple
- Crear un prototipo funcional básico
La clave está en definir algo que puedas comprobar en pocos días, no en meses.
Paso 3: Acota el tiempo y las herramientas ¶
Decide cuántas horas reales puedes dedicar a la semana. Los imprevistos siempre llegan, pero necesitas un compromiso claro contigo mismo.
Sean 2 horas o sean 10, lo importante es la consistencia. Reserva esos bloques en tu calendario como si fueran reuniones importantes.
En cuanto a herramientas, limítate a lo que ya conoces. El side project no es el momento de experimentar con ese framework nuevo que has visto en Twitter.
Paso 4: Define un primer hito funcional ¶
Este es el paso más complicado y donde más gente se queda varada. Necesitas marcar un objetivo concreto y tangible que puedas alcanzar en esta primera etapa.
El primer hito no debe resolver el problema entero, pero sí una parte meaningful del mismo. Debe ser algo que puedas mostrar, aunque sea imperfecto.
Ejemplos de primeros hitos:
- Una web básica que muestre resultados
- Un script que procese datos y genere un informe
- Una herramienta de línea de comandos funcional
Define tanto el “gran premio” como la “permanencia”. En el fútbol, ganar la liga es genial, pero mantenerse en primera división también es un éxito.
Paso 5: Evalúa si seguir o cambiar de rumbo ¶
Después de algunas semanas de trabajo, párate a evaluar honestamente:
- ¿Lo que has construido tiene valor real?
- ¿Tienes ganas de enseñarlo a alguien?
- ¿Sientes que estás resolviendo el problema original?
- ¿Mantienes la motivación para continuar?
Esta autoevaluación es crucial. No hay vergüenza en pivotar o incluso abandonar un proyecto que no funciona. Es mejor cambiar de dirección que enterrarse en algo sin futuro.
La pregunta clave es: “¿Tengo ganas de enseñar esto a alguien que me importa?” Si la respuesta es no, algo no va bien.
Paso 6: Comparte el proceso mientras lo construyes ¶
No esperes a tener el producto perfecto para hablar de él. Comparte lo que haces mientras lo haces:
- Cuenta el progreso en redes sociales
- Habla con amigos y familia sobre el proyecto
- Busca feedback en comunidades relevantes
El objetivo no es marketing prematuro. Es vencer el miedo a mostrar trabajo imperfecto y obtener perspectivas externas que no habías considerado.
Compartir el proceso te obliga a articular tus ideas y puede generar conexiones inesperadas. Además, la presión social positiva te ayuda a mantener el compromiso.
Los enemigos silenciosos del side project ¶
El perfeccionismo paralizante ¶
El perfeccionismo es veneno para los side projects. Siempre habrá una funcionalidad más que añadir, un edge case más que cubrir, una optimización más que implementar.
Los proyectos digitales son como pulpos: siempre tienen más brazos. Define qué significa “terminado” para ti y aférrate a esa definición.
La trampa del “cuando termine” ¶
“Lo enseñaré cuando esté terminado” es una de las mentiras más comunes que nos contamos. En proyectos tecnológicos, “terminado” es un concepto escurridizo.
Es mejor mostrar algo funcionando al 70% que algo perfecto que nunca ve la luz.
La ausencia de deadline ¶
Sin fechas límite autoimpuestas, los side projects se extienden indefinidamente. La ausencia de presión externa hace que sea fácil posponer y posponer.
Establece plazos artificiales y cúmplelos. Anuncia públicamente cuándo vas a tener algo listo. La presión social es tu aliada.
El poder de las recompensas tempranas ¶
Los side projects necesitan wins rápidos para sobrevivir. Si esperas hasta el final para obtener satisfacción, es probable que nunca llegues allí.
Celebra los pequeños hitos:
- El primer script que funciona
- La primera vez que alguien prueba tu herramienta
- El momento en que resuelves un bug complicado
Estas pequeñas victorias alimentan la motivación necesaria para seguir adelante cuando las cosas se pongan difíciles.
Más allá de las primeras cuatro semanas ¶
Esta hoja de ruta se centra deliberadamente en las primeras cuatro semanas. No porque lo que venga después no importe, sino porque la mayoría de proyectos mueren antes de llegar a ese punto.
Una vez que superes esta primera fase, tendrás:
- Un problema claramente definido
- Una solución funcional básica
- Feedback real de usuarios potenciales
- La confianza de haber completado algo
Desde ahí, el camino se hace más claro. Sabrás si vale la pena continuar y tendrás la base sólida para construir algo más ambicioso.
La diferencia entre soñar y construir ¶
Todo el mundo puede soñar con crear el próximo unicornio tecnológico. Pero hay una diferencia abismal entre tener ideas y ejecutarlas sistemáticamente.
Los side projects exitosos no nacen de ideas brillantes, sino de la capacidad de convertir problemas reales en soluciones prácticas, paso a paso, sin perder el impulso en el proceso.
El objetivo no es ser millonario mañana. Es construir algo que funcione, que resuelva un problema real, y que te dé la satisfacción de haber creado valor con tus propias manos.
Porque al final, la recompensa más grande no está en el resultado, sino en el proceso de convertir una idea en realidad.
Escrito por:
Daniel Primo
